viernes, 27 de agosto de 2010
Martin Luther King - I have a dream
El silencio de las sirenas - Franz Kafka
Existen métodos insuficientes, casi pueriles, que también pueden servir para la salvación. He aquí la prueba:
Para guardarse del canto de las sirenas, Ulises tapó sus oídos con cera y se hizo encadenar al mástil de la nave. Aunque todo el mundo sabía que este recurso era ineficaz, muchos navegantes podían haber hecho lo mismo, excepto aquellos que eran atraídos por las sirenas ya desde lejos. El canto de las sirenas lo traspasaba todo, la pasión de los seducidos habría hecho saltar prisiones mas fuertes que mástiles y cadenas. Ulises no pensó en eso, si bién quizá alguna vez, algo había llegado a sus oídos. Se confió por completo en aquel puñado de cera y en el manojo de cadenas. Contento con sus pequeñas estratagemas, navegó en pos de las sirenas con inocente alegría.
Sin embargo, las sirenas poseen un arma mucho más terrible que el canto: su silencio. No sucedió en realidad, pero es probable que alguien se hubiera salvado alguna vez de sus cantos, aunque nunca de su silencio. Ningún sentimiento terreno puede equipararse a la vanidad de haberlas vencido mediante las propias fuerzas.
En efecto, las terribles seductoras no cantaron cuando pasó Ulises; tal vez porque creyeron que a aquel enemigo sólo podía herirlo el silencio, tal vez porque el espectáculo de felicidad en el rostro de Ulises, quien sólo pensaba en ceras y cadenas les hizo olvidar toda canción.
Ulises, (para expresarlo de alguna manera) no oyó el silencio. Estaba convencido de que ellas cantaban y que sólo él se hallaba a salvo. Fugazmente, vió primero las curvas de sus cuellos, la respiración profunda, los ojos llenos de lágrimas, los labios entreabiertos. Creía que todo era parte de la melodía que fluía sorda en torno de él. El espectáculo comenzó a desvanecerse pronto; las sirenas se esfumaron de su horizonte personal, y precisamente cuando se hallaba más próximo, ya no supo más acerca de ellas.
Y ellas, más hermosas que nunca, se estiraban, se contoneaban. Desplegaban sus húmedas cabelleras al viento, abrían sus garras acariciando la roca. Ya no pretendían seducir, tan sólo querían atrapar por un momento más el fulgor de los grandes ojos de Ulises.
Si las sirenas hubieran tenido conciencia, habrían desaparecido aquel día. Pero ellas permanecieron y Ulises escapó.
La tradición añade un comentario a la historia. Se dice que Ulises era tan astuto, tan ladino, que incluso los dioses del destino eran incapaces de penetrar en su fuero interno. Por más que esto sea inconcebible para la mente humana, tal vez Ulises supo del silencio de las sirenas y tan sólo representó tamaña farsa para ellas y para los dioses, en cierta manera a modo de escudo.
jueves, 26 de agosto de 2010
John Lennon
lunes, 16 de agosto de 2010
domingo, 15 de agosto de 2010
Libertarias (1996)
Frío...
Eduardo Galeano
Jorge Luis Borges
Mercedes Sosa - Antiguos dueños de las flechas
Carta a papá - Stela Maris Sainz
sábado, 14 de agosto de 2010
viernes, 13 de agosto de 2010
Si me siento impulsado a hacer algo, ¿porque no lo hago?
Estoy desesperado, la vida cada día me deslumbra más, y lo malo es que las cosas nuevas que veo son peores a las ya conocidas.
Como hacer para no sentirse mal cuando se ve a una mujer con un bebé en brazos en medio del frío llorando y sin siquiera pedir ayuda.
Tarde gris de Buenos Aires, asfalto cubierto por el rocío, mantas y diarios cubriendo el producto de la desidia y el individualismo. Transeúntes deambulando en busca de no se sabe qué, sin mirar, con orejeras virtuales.
¿Que vale la pena? ¿El dinero que tengo en mi bolsillo? ¿La campera que me abriga y que no puedo compartir?¿El diario que me compré para ser un poco más realista?
¿Que noticias compro? ¿Cual es la noticia que vale la pena? ¿Que hacemos con esa noticia? ¿Nos sirve la noticia? ¿Miramos realmente?
¿Por qué somos tan débiles?
Me siento culpable de comprar un pasaje en avión para irme de luna de miel con la mujer de mis sueños y no meter la mano en el bolsillo para sacar de la noche fría en diez oportunidades a una mujer que sufre junto a su mayor tesoro.
¿Qué rol vamos a seguir asumiendo en esta realidad que nos demanda cada vez más?
jueves, 12 de agosto de 2010
miércoles, 11 de agosto de 2010
Henry David Thoreau
- "El hombre es rico en proporción a la cantidad de cosas de las que puede prescindir"
- "Creo que deberíamos ser hombres primero y ciudadanos después"
- "El amor no sólo debe ser una llama, sino una luz"
- "El costo de una cosa es la cantidad de aquello que yo llamo vida, necesaria para adquirirla, ya sea a corto o a largo plazo"
- "Es más deseable cultivar el respeto al bien que el respeto a la ley"
- "Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida...para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido"
- "La mayoría de los lujos y muchas de las llamadas comodidades de la vida no sólo no son indispensables, sino que resultan un obstáculo evidente para la elevación espiritual de la humanidad"
- "La mayor parte de los hombres, incluso en este país relativamente libre, se afanan tanto en innecesarios artificios y labores absurdamente mediocres, que no les queda tiempo para recoger los mejores frutos de la vida"
- "Si no logras convencer a una persona de lo malo que está haciendo, procura hacer entonces lo bueno. La gente cree sólo lo que ve"
- "Vida ciudadana: millones de seres viviendo juntos en soledad"
- "Es más rico aquel cuyos placeres son los más baratos"
Sacco e Vanzetti (1970)
Eduardo Galeano
Contrastes
domingo, 8 de agosto de 2010
domingo, 9 de mayo de 2010
miércoles, 5 de mayo de 2010
Y si apagamos la tele?
Si (Rudyard Kipling)
Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor