Escapando a la burbuja absoluta

En la sociedad de hoy, lo constante es la soberbia, el monólogo, la abstracción de la realidad, el individualismo y la falta de diálogo como construcción de una verdad superior a nuestras ideas; es por esto, que consideramos que es necesario un lugar donde el debate y el respeto sean la piedra angular para crear una idea que siempre sea superior a la inicial.
Aspiramos a que lo dado sea malo frente a lo que va a venir, no creemos en la "profecía autocumplida" de que no hay futuro.
Esperamos que este ámbito sea un marco inicial para empezar a cambiar los pequeños prejuicios que tenemos todos.

domingo, 9 de mayo de 2010

Quino



Mafalda






miércoles, 5 de mayo de 2010

Paul Claudel


« El orden es el placer de la razón pero el desorden es la delicia de la imaginación ».


Y si apagamos la tele?

Network (1976)

Una reflexión que es concluyente sobre el rol que desempeña la tv en nuestros días; verdaderamente un clásico.



Si (Rudyard Kipling)


Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor
todos la pierden y te echan la culpa;
si puedes confiar en tí mismo cuando los demás dudan de tí,
pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;
si puedes esperar y no cansarte de la espera,
o siendo engañado por los que te rodean, no pagar con mentiras,
o siendo odiado no dar cabida al odio,
y no obstante no parecer demasiado bueno, ni hablar con demasiada sabiduria...

Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso (desastre)
y tratar a estos dos impostores de la misma manera;
si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho:
tergiversada por bribones para hacer una trampa para los necios,
o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu vida
y agacharte y reconstruirlas con las herramientas desgastadas...

Si puedes hacer un hato con todos tus triunfos
y arriesgarlo todo de una vez a una sola carta,
y perder, y comenzar de nuevo por el principio
y no dejar de escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;
y si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus músculos
a servirte en tu camino mucho después de que hayan perdido su fuerza,
excepto La Voluntad que les dice "!Continuad!".

Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud
o caminar entre Reyes y no cambiar tu manera de ser;
si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte,
si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;
si puedes emplear el inexorable minuto
recorriendo una distancia que valga los sesenta segundos
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.

El derecho de soñar


Eduardo Galeano



Eduardo Galeano en Italia


La democratización del F.M.I. y del Banco Mundial




Charla de Eduardo Galeano en Carovane 2004, encuentro de literatura, cine, poesía y música.